Únete a un voluntariado

Hoy quiero compartir mi experiencia realizando labores de voluntariado en el sector donde vivimos.

Desde el año 2018, junto a mi esposa hemos sido parte de la Red de Amigos de Cabritería, y desde ahí hemos contribuido en la campaña para cuidar la quebrada que lleva ese nombre, de la cual somos vecinos, y para procurar que definitivamente se forme el Parque Cabritería y se reconozca como el gran pulmón verde de nuestra comuna de Valparaíso.

Por otro lado, desde fines del año 2022, somos parte de la Junta de Vecinos del sector donde residimos, la que se reactivó después de mucho tiempo en pausa. En esta organización soy delegado de mi block y por su parte, Ruth colabora activamente en una red territorial de salud.

¿Por qué te cuento esto?

Porque tengo la convicción de que es muy buena idea ejercer labores de voluntariado, y personalmente, me gustaría que muchas más personas que desean el bien de sus comunidades den un paso al frente para ser voluntarios en distintas organiczaciones.

¿A quienes haría un llamado especial?

Yo llamaría especialmente a quienes tengan una cosmovisión cristiana, ya que les debiera resultar compartir el amor de Dios por la Creación y por las criaturas que ha hecho nuestro Señor.

¿Y si tú no te consideras idóneo para ello?

Realmente eso no importa tanto, porque he podido comprobar que toda ayuda es útil, aunque no seamos grandes dirigentes ni seamos expertos en formular proyectos. Todo suma: tus fuerzas físicas para hacer limpiezas en la localidad, tu potencial para prestar herramientas, tu dinero para comprar pintura, dar agua a los que están trabajando, acarrear herramientas, plantar árboles, ser parte del Tricel de la organización, colaborar en un taller o en un stand, ayudar a limar asperezas, reconciliar a las partes, dar ánimo a los que están cansados, dar ideas pequeñas que pueden ser llegar a ser importantes, y hasta contestar o dar un me gusta a las publicaciones de las organizaciones. Lo repito: todo suma.

Reflexión final

En algunas ocasiones he escuchado que las personas que tienen un pensamiento político de izquierda son quienes tienen sensibilidad artística, se preocupan del cuidado de la naturaleza y que ayudan a los pobres, pero eso no es exclusivo de ellos.

Es cierto que muchas de las personas con quienes trabajamos en estas organizaciones son de izquierda y muchos no sirven a Dios, como nosotros, pero es bueno ver que podemos trabajar juntos, porque un bien superior nos une.

Cierro esta publicación con la esperanza de poder motivar a otros hermanos en la fe para que sirvan voluntariamente en distintas organizaciones, como si lo hicieran para el Señor.

Autor: Santiago Castro

Discípulo de Jesús, marido, padre y profesor básico.

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Reflexiones y vivencias de Santiago Castro Leguizamón.

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