Me imaginé que alguien podría preguntarme a quién le hablo cuando escribo o cuando hago mis videos que publico en redes sociales. Barajé varias respuestas, pero me quedé con una que vino hoy por primera vez a mi mente.
Esta es mi respuesta: Me dirijo al que tenga oidos para oir.
No se trata solo de contar con un órguno en nuestro cuerpo que sirva para percibir sonidos, sino de tener la disposición a atender, a escuchar, a meditar en el mensaje que transmito.
Esta idea me vino al recordar las palabras que están escritas al final de cada una de las 7 iglesias del Apocalipsis: <<El que tenga oidos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias>>.
En un sentido, el Espíritu se dirige a las personas que integran las iglesas, pero en realidad, le habla específicamente a los que tienen oidos para oir, es decir, a los que se disponen a atender esas palabras.
De manera similar, yo le hablo a las personas que están en mi blog o en las redes sociales, pero en particular a quienes tienen interés en oir un mensaje que puede ser importante para sus vidas.
Reflexión final
Este entendimiento lo tuve a las 3 am de hoy, y como conssecuencia, grabé un mensaje en audio para mi esposa y nuestros dos hijos. Quise enviárselos de inmediato, pero opté por hacerlo en un horario más prudente.
En dicho archivo de audio les comparto este entendimiento que tuve, y les exhorto a prestar oido primeramente a la voz de nuestro Padre Celestial (de modo que se note que tienen oidos para oirle) y que tengan oidos -especialmente los hijos- para oir la voz de mí, que soy su padre terrenal, quien también les ama y desea lo mejor para sus vidas.
Hace exactamente 18 años atrás nació en una familia cristiana, en Temuco, en el sur de Chile. Sus padres somos Santiago y Ruth, y su partner es su hermano Samuel Esteban.
Cuando nació, oímos exclamar a la matrona: ¡Es colorina! (desde ya, era una bebé singular).
Cuando tenía unos 3 años, creamos un escudo familiar en un retiro en el Valle del Elqui, y a ella la representamos con una personita lanzándose en parapente, debido a que se caracterizaba por ser valiente y asumir riesgos cada vez más grandes.
Como preescolar era una niñita de pocas palabras, pero muy hábil en el área artística. No era tan sociable, pero fue conquistada por el amor de una joven llamada Yasna, quien nos visitó en Iquique y supo ganar su corazón.
El mejor cumpleaños al que he asistido fue la celebración de los 5 años de Susana. Ella misma lo organizó: Pidió que comience con un tiempo de alabanza a Dios (y así fue, junto a los niños de nuestra iglesia Acym Cavancha). También quiso tener una piñata grande con forma de Biblia (que yo la hice) y una torta de mil hojas con forma del símbolo cristiano de la cruz (la hizo Ruth) y le agregó otros detalles significativos propios de su estilo particular.
Al cursar el Kinder, la educadora de párvulos María Canario la eligió para recitar una poesía en un acto de fiestas patrias. La mamá dudaba que pudiera hacerlo, pero la profesora nos convenció diciendo que «Susana es muy especial» (siempre lo recordamos).
Cuando vivíamos en Pucón, Susana decía que ella no le creía al informe del tiempo que salía en la televisión… «yo le creo al volcán», es decir, dependiendo de cómo veía el volcán Villarrica desde la casa, así iba a estar el día. Siempre muy observadora.
En su paso por las escuelas de Pucón y de Loncoche, se destacó por su llegada a niñas que necesitaban ser acogidas y amadas: era buena amiga de niñas con algún tipo de discapacidad y con otras que solían llevarse mal con las compañeras. Seguía siendo muy especial.
Susana pasa cantando, creando, buscando momentos significativos, le gusta adorar a Dios, y tiende a explorar nuevos campos de interés (corta el pelo, hace tortas, practica patinaje, da clases particulares de matemáticas, por ejemplo). Hace dos años se dio cuenta que no sabía cómo cuidar a adultos mayores y lo dijo con extrañeza, pero yo, desde la otra pieza le grité: «¡Recuerda que recién tienes 16 años!» (a veces es un tanto auto exigente, como puedes ver).
Una vez le creé un logo que decía Susana Castro Liempi, mini diseñadora. Realmente también tiene talento en esta área. Ha explorado en varias técnicas y hasta ha vendido creaciones suyas, que ahora están en Miami, en Lima y en California. Ahora está creando tarjetas pop up para vender en esta Navidad.
Mis colegas profesores saben que yo admiro mucho a Susana. La admiro por todo lo que he dicho y también porque es sensible, obediente, profunda, femenina, atlética, inteligente y porque está enfocada en servir a los demás. Como muestra de ello, en muchas ocasiones ha sido voluntaria en el Hogar de menores que tiene nuestra iglesia en Reñaca, Viña del Mar. Los niños la quieren mucho… y también los niños del Block donde vivimos, acá en el Cerro Rodelillo.
Nuestra colorina hermosa hizo Homeschool dos años, en nuestro hogar (1° y 2° medio). Ella creó y siguió su horario de estudios. Fue muy responsable y autodisciplinada. Aprobó ambos años sus exámenes libres, pero en una búsqueda de la voluntad de Dios, decidió volver al Liceo para terminar 3° y 4°. Volvió como si hubiera sido enviada como misionera en ese lugar donde había tanta necesidad. Llegó a un curso que no tenía vida, en medio de la pandemia por el Covid-19, y gracias a Dios pudo aportar muchísimo desde su rol de Presidente de curso para cambiar la historia, aunque es cierto que sufrió mucho al servirles desde el liderazgo, pero también tuvo momentos de gloria, por ejemplo, cuando se atrevía a crear dinámicas arriesgadas en los consejos de curso.
Ella demostró una vez más ser muy especial, cuando estuvimos en la Licenciatura de Educación Media, pocos días atrás. Ella y todos recibimos la gran sorpresa de saber que los profesores del Liceo Bicentenario de Valparaíso la escogieron para otorgarle el Premio Bicentenario, que se entrega a quien representa los valores del perfil del establecimiento. La propia directora le entregó este valioso premio. ¡Ruth y yo, no podíamos soportar la emoción!
En breve iré a saludarla a su pieza. Le diré que le amo, que le admiro y oraré con ella, pidiendo que Dios la cuide y la siga usando para su gloria…
En realidad yo solo fui uno de los pocos que firmamos este recurso que fue interpuesto por la abogada Consuelo Requena, en representación de la Red de Amigos del Parque Cabritería, a mediados de este año… pero lo valioso fue que ganamos.
Efectivamente, ayer 5 de diciembre de 2022, la Corte Suprema de Chile confirmó la sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que había juzgado a nuestro favor, pero que fue apelada por la Municipalidad de esta misma ciudad.
En resumen, el máximo tribunal de nuestro país, se pronunció frente a la ocupación ilegal del sitio Área Verde “Quebrada Cabritería” o “Parque Cabritería”, y ordenó a la Municipalidad de Valparaíso a tomar, en cumplimiento de su mandato legal, todas las medidas conducentes al restablecimiento de la calidad de área verde de la zona de la Quebrada Cabritería, ubicada en esta Comuna.
Espero que esto tenga positivas repercusiones a favor de la hermosa quebrada de la que somos vecinos, que se caracteriza por su bosque esclerófilo y por sus vistosas palmas chilenas que tanta belleza otorgan al entorno.
¿En qué puedo colaborar?
No soy dirigente en esta organización ni poseo grandes conocimientos sobre gestión de proyectos ni sobre especies de la flora y fauna, pero soy feliz de saber que puedo aportar mi grano de arena, ya sea participando en visitas al parque, limpiándolo, llevando a niños para que lo disfruten, guiando a personal de Esval (empresa de agua) para que solucionen problemas con el alcantarillado, participando en reforestación (plantando árboles nativos), firmando este recurso de protección para defender la quebrada de las tomas ilegales dentro de ella, siendo presidente de la último tribunal calificación de elecciones, apoyando con aportes esporádicos en dinero para solventar gastos, o simplemente dando ideas que a veces resultan relevantes cuando se trata de tomar decisiones importantes.
¿Y por qué participo en esta organización?
Porque me interesa contribuir con el cuidado de la Creación que hizo Dios. Esto es reflejo de la cosmovisión bíblica que tengo. A Dios le interesa, y a mí también.
Llamado a la acción
Si quieres formar parte de esta Red de Voluntarios, contáctame. No se requiere tener cosmovisión cristiana para serlo (de hecho casi nadie la tiene pero muchos sí tenemos en común una visión del tipo ecológica).
Doy inicio a esta nueva etapa con un inmenso sentido de LIBERTAD.
Es tanto lo que me gustaría escribir al respecto, que no sé por donde comenzar.
Me siento libre en mi espíritu. Me siento cercano a Dios. Ya no tengo conflictos por saber si estoy o no ante la presencia de Dios. Ahora disfruto de poder conocer la voluntad de Dios. No tengo ansiedad sobre el tema ni sobre la autoridad espiritual. Se acabaron los cuestionamientos sobre el Espíritu Santo.
Me siento libre para adorar a Dios. Tengo nuevos deseos para descubrir los tesoros que hay en la Biblia, que es la Palabra de Dios.
Sé que Dios me ama y punto. No lo cuestiono más. Dios me ha quitado algunos engaños y disfruto de la libertad que trae consigo la verdad.
En dos palabras, Soy Libre, y eso es lo mejor que podría pasarme.
¿Sabías que estoy participando en un retiro espiritual de 6 semanas? En realidad tiene otro nombre, pero lo vivo como si fuera un retiro precioso, muy inspirador, en este verano del 2022.
Se trata de la Escuela de Educación que imparte Jucum Transforma. Es una especie de Diplomado sobre la cosmovisión bíblica en el tema de la educación.
He sido conmovido, prácticamente cada día, al recibir enseñanzas, oír testimonios y al participar en grupos con compañeros de distintas nacionalidades. Muchos estamos ocupando tiempo de nuestras vacaciones, pero se ha convertido en un tiempo de refrigerio, algo así como un SPA espiritual.
Hoy tuve momentos gloriosos, que me llevaban a decirle a mi esposa: «Ya no doy más». ¿Y qué era eso tan espectacular? Podría decirlo de muchas maneras, pero creo que se puede resumir en que tuve una nueva comprensión del amor… del amor que recibimos de Dios y del amor que damos al prójimo.
Te daré un solo ejemplo… de una historia que escuché.
Capta el escenario: En un jardín infantil ubicado en una comunidad mapuche, una educadora de párvulos -también mapuche- se da cuenta, por acción del Espíritu Santo, que si ella estuviera trabajando en un colegio con gente con más recursos, probablemente iría muy arreglada a trabajar; entonces, piensa, «¿por qué no ir bonita para dar clases a mis niños de mi escuelita rural?». Como consecuencia, en invierno se ponía su delantal de educadora, escogía una buena chaqueta, se ponía sus botas nuevas y se aplicaba un buen perfume. ¡Esa seria una perfecta manera de no discriminarlos!
¿Y cual fue la reacción de los alumnitos de esa escuelita de campo?
Un día los niños de 3 años le dijeron: «Qué lindas tus botas, tía». Y ella les respondió: «Gracias, son nuevas. Me las puse nuevas para venir a la clase con ustedes». (Me hubiera gustado ver la carita de esos niñitos).
La historia no se acaba ahí, pero el punto es que ella quiso darles lo mejor a sus pequeños alumnos, y lo hizo motivada por el amor, por el deseo de demostrarles que ellos son importantes y que también podrían vivir nuevas experiencias.
¡Pero atención! No se trata de tomar la receta de peinarse y ponerse un rico perfume para llegar al corazón de los niños, sino de actuar motivados por el amor. Esto es tan cierto, que en otros medios, por amor tal vez hay que sorprender a los alumnos no vistiéndose tan formalmente. ¡O por amor, les podríamos dar pancito amasado a los que solo comen pan de panadería!
Entonces, no se trata de estrategias humanas, ni de fórmulas. Solo es cuestión de amar. Te invito a comprobarlo tú mismo.
El día de ayer tuvo lugar la premiación de nuestro segundo torneo de ajedrez, en nuestro Block, acá en el Cerro Rodelillo, de Valparaíso, Chile.
Quien ganó el primer lugar ha sido el campeón en las dos competencias que hemos tenido, pero las medallas de plata y bronce fueron para quienes no recibieron preseas en la edición anterior.
Es muy lindo ver el interés de los niños por aprender más de este deporte ciencia. En particular, encuentro genial que me vienen a buscar a la casa para jugar con ellos. Hoy uno trajo a otro vecinito para que aprenda más, así que les enseñamos un par de ejercicios de finales con torres y con dama y torre, y luego jugamos un partido que admitía ayudas de otros y comentarios varios. Fue bueno oír la evaluación de nuevo integrante: «¡hoy aprendí mucho!», dijo con una amplia sonrisa en su carita.
Sinceramente, creo que esta es una actividad de rescate de estos niños, que están tan expuestos a malos ejemplos. Para mí es una obra de bien, que les regalo como representante del reino de Dios en este rincón del gran Valparaíso.
Con mi esposa, quisimos ver esta noche en televisión abierta la película «Nace una estrella», protagonizada por Lady Gaga. Como no conocemos bien a esta cantante, en un comienzo creímos que se trataba de la historia de esta artista, representada por una actriz, pero tras investigar en internet (durante los comerciales), supimos que era una tercera versión de una obra que partió en 1937, y que por lo tanto no versaba sobre la vida de Lady Gaga, pero cuya actriz principal era la mismísima y controversial Lady Gaga.
Iniciaré mi reacción indicando que desde un principio vi que se trataba de una historia intensa, que es un punto en común con muchas historias de amor. Es intenso el cómo se conocieron, qué sintieron el uno por el otro, y cómo se van afectando entre sí. Es claro que construyen una nueva historia, llena de colores, de emociones y de aventuras.
Dicho lo anterior, pienso que no basta con tener una historia de amor maravillosa… y eso queda demostrado en la película: se requiere cultivar el amor y tener cuidado en tomar buenas decisiones a fin de sobreedificar sobre una base firme.
Antes de profundizar en eso de las buenas o malas decisiones, quiero hacer un paréntesis para referirme a un punto en el que me identifiqué con el protagonista (Jack, quien llegará a ser el marido de Ally… representada por Gaga). En un comienzo, Jack motiva, inspira, seduce, obliga, presiona o como se diga lo que él hace, a la chica. Le lleva a hacer lo que ella al principio no quiere, pero pensando que será para mejor. Por ejemplo, la sorprende invitándola a cantar con él en su show en vivo, sin previo aviso. La canción resulta ser todo un éxito y ese momento pasa a ser un trampolín en la carrera artística de ella.
Al reconocer este patrón, lo comenté con mi esposa y ella estuvo de acuerdo en que yo he hecho muchas veces eso de impulsarla, de convencerla a hacer algo que si fuera por ella preferiría no dar ese paso. Esto ha sucedido así desde el inicio de nuestro matrimonio y ha continuado hasta hoy.
La cuestión está en descubrir el límite. Es como que si nuestra relación fuera un elástico, habría que saber hasta donde se puede estirar, para no romperlo. Con los años que tenemos de matrimonio, he aprendido a ceder en mis ideas, con tal de no deteriorar la relación; pero en otras situaciones, he insistido con mis iniciativas, que al inicio le resultan incómodas o riesgosas a ella, pero que a la postre las celebra como buenas ideas, que marcan hitos en nuestra historia familiar.
Ahora es tiempo de volver al punto que dejé pendiente: Las malas decisiones que se toman, pueden tener graves consecuencias. Algunos ejemplos de la película, son: la decisión de consumar una relación sin conocer realmente al otro (hoy en la mañana escuché una frase que calza muy bien con esto… «Donde hay hormona, no hay neurona»); la decisión de dejarse controlar por un vicio, como es el caso del alcoholismo; la decisión de decir necedades cuando uno está enojado o pasando por una crisis; y la decisión de mentir en lugar de decir la verdad.
¿Sabes qué? Esta noche yo dejé que la literatura y el cine produzca su efecto en mí; permití que este filme me motive a pensar, a sentir y actuar. Te confieso que más de una vez me identifiqué con los personajes, me emocioné con lo que pasaba, sufrí ante las decisiones que tomaban… y antes de dormir, pensé y me puse a orar a Dios relacionando todas estas ideas que me rondaban.
¿Cómo es eso de orar como reacción a una película que de ninguna manera se puede decir que sea una película cristiana?
Ahora que estoy pensando en esto, me acordé que al concluir «Nace una estrella», me acerqué a Ruth, le di un besito y le pregunté «¿Cómo va a terminar nuestra historia?» (ambos coincidimos en que queremos que termine bien). Pues bien, ese fue un punto en mi oración. Le pedí a Dios que nos libre del mal, que nos permita tomar buenas decisiones a fin de acabar bien. Sé que para tener un matrimonio de calidad se necesita dejar de lado la necedad y reemplazarla por sabiduría, y sé también que la mayor fuente de sabiduría que tenemos viene del mismo Dios. Por eso le pido que nos haga sabios, para no pecar contra Él ni contra nuestro propio cónyuge, a quien hemos prometido amar. Esto no es algo fácil y hartas veces lo más natural es dejar aflorar nuestra humana debilidad, pero es ahí donde más necesitamos depender del Señor, para vencer.
No tenía pensado que iba a pasar esto ni que iba a ponerme a escribir a esta hora de la noche, pero creo que vale la pena filtrar todo desde una cosmovisión bíblica, que nos lleve a reflexionar por el bien de nuestra familia, y que en mi caso, me motive a tener cuidado de impulsar a mi esposa, pero sin dejarle cicatrices que haya que lamentar.
A modo de introducción, te cuento que hoy, 8 de diciembre, nuestra hija Susana está cumpliendo 17 años de vida.
En su Facebook, hace unos minutos le escribí lo siguiente:
Es cierto, cada semana tengo un nuevo motivo para admirarla. De muestra, te comento la última: Estos días ha estado preparando una celebración de su cumpleaños, con los niñitos del Block donde vivimos. Le he acompañado para invitar a los chicos, explicándoles que será un cumpleaños diferente, algo así como una tarde de juegos y otras sorpresas. No les pide regalos ni nada más que las ganas de celebrar y compartir con ella.
Susana cumpliendo 17 años.
En otras palabras, está planeando una bella actividad que dará mucha alegría a los pequeños con quienes muchas veces ha salido a jugar, a pintar, a hacer manualidad o a recorrer la Quebrada Cabritería que es un rincón verde de Valparaíso que queda a pasos de donde vivimos.
Ese plan se concretará mañana a las 16 horas. No fue hoy porque estuvo en un retiro con jóvenes cristianos… con los Hijos del Viento, con quienes tanto le gusta estar.
Susana tiene muchas ideas como ésta. Tal vez está un poco loca, pero es reflejo de su gran corazón.
Por supuesto, tengo mucho más para escribir, pero acortando la nota, puedo decir que es todo un honor ser su padre. Y estoy seguro que a muchos también les gustaría tener una hija obediente, inteligente, misericordiosa, creativa, ingeniosa y sensible al Espíritu Santo, como lo es nuestra hijita linda, Susanita.
Nota: Si lees esto, Su, que te quede bien grabado que eres muy amada por Dios, por mí, por tu mamá, por tu hermano… y por muchos más.
Sí, ayer cumplí esa meta que tenía. La vez anterior la terminé de leer cuando estaba en Uruguay, en el año 2017. Considero que me demoré bastante, pero fue bueno culminar este proceso.
Hace algunos meses encontré que en agosto del 2019 me había fijado la meta de completar esta quinta lectura en julio de 2021, así que me puse en campaña, leyendo 5 capítulos diarios.
Me valí de una o dos aplicaciones de Biblia en celular y aproveché los viajes al trabajo para avanzar bastante.
En adelante, no me propongo completar una sexta lectura. Más bien quiero profundizar en algunos temas, como pueden ser los últimos tiempos o el Espíritu Santo.
Sea como sea, valoro conocer más de la Palabra de Dios, la cual me ha guiado y me ha dado el fundamento para forjar mi vida personal y familiar.
Encuentro que es un libro extraordinario. No deja de sorprenderme. Lo recomiendo absolutamente.
Mi hijo Samuel hace poco me envió una foto con la dedicatoria que escribí en una Biblia que le regalé. Ahí le dije que la Biblia era el mejor libro que podía darle.