Señor, sana este corazón

Terminó la clase de matemáticas, todos los alumnos de 3° básico salen de la sala, menos uno. Me acerco a él y le pregunto qué le pasa. Me dice con pena que le regaló un dibujo que él hizo a un compañero, pero él lo despreció.

Como sé que él es un artista y debido a que estoy más sensible al rol de los artistas, en lugar de decirle que no se preocupe por eso, le dije con asombro: ¡Oh, no valoró tu arte! y le hice un gesto en que yo simulaba que abría su dibujo y le declaraba lo hermoso que era su trabajo.

A seguir, le pedí que me diera un abrazo. Él me dio un abracito y yo oré por él, diciendo a Dios: ¡Señor, sana su corazón… sana su corazón… sana su corazón! Este niño de 8 años se puso a llorar, pero pronto se calmó y se despidió en paz.

Mi reflexión final

Varias veces he escuchado críticas a las escuelas cristianas, pero cuando veo que en una escuela confesional como ésta se puede bendecir de este modo a los alumnos, creo que vale la pena que existan.

Después de mucho tiempo volví a predicar

Efectivamente, el domingo 8 de octubre del 2023 tuve la oportunidad de predicar presencialmente en una iglesia, lo cual no hacía desde que prediqué por última vez en una iglesia en Uruguay, en el año 2017.

En esta ocasión, compartí sobre la vida de oración, sobre todo, motivado por los progresos que he experimentado en los últimos 4 meses. Me alegré mucho al predicar sobre esto. Sé que es un área importante para muchos.

Cuando di a conocer esta noticia, muchos contactos también se alegraron y varios me animaron a seguir en el pastorado, pero francamente no estoy enfocado en eso. Más bien, creo que sin tener títulos o cargos eclesiásticos, puedo, al igual que muchos otros, servir en el ministerio de la Palabra como un hermano más, y doy gracias a Dios por ello.

¿Cómo doy inicio a mis 53 años de vida?

Doy inicio a esta nueva etapa con un inmenso sentido de LIBERTAD.

Es tanto lo que me gustaría escribir al respecto, que no sé por donde comenzar.

Me siento libre en mi espíritu. Me siento cercano a Dios. Ya no tengo conflictos por saber si estoy o no ante la presencia de Dios. Ahora disfruto de poder conocer la voluntad de Dios. No tengo ansiedad sobre el tema ni sobre la autoridad espiritual. Se acabaron los cuestionamientos sobre el Espíritu Santo.

Me siento libre para adorar a Dios. Tengo nuevos deseos para descubrir los tesoros que hay en la Biblia, que es la Palabra de Dios.

Sé que Dios me ama y punto. No lo cuestiono más. Dios me ha quitado algunos engaños y disfruto de la libertad que trae consigo la verdad.

En dos palabras, Soy Libre, y eso es lo mejor que podría pasarme.

Terminé de leer la Biblia entera por 5ta vez

Sí, ayer cumplí esa meta que tenía. La vez anterior la terminé de leer cuando estaba en Uruguay, en el año 2017. Considero que me demoré bastante, pero fue bueno culminar este proceso.

Hace algunos meses encontré que en agosto del 2019 me había fijado la meta de completar esta quinta lectura en julio de 2021, así que me puse en campaña, leyendo 5 capítulos diarios.

Me valí de una o dos aplicaciones de Biblia en celular y aproveché los viajes al trabajo para avanzar bastante.

En adelante, no me propongo completar una sexta lectura. Más bien quiero profundizar en algunos temas, como pueden ser los últimos tiempos o el Espíritu Santo.

Sea como sea, valoro conocer más de la Palabra de Dios, la cual me ha guiado y me ha dado el fundamento para forjar mi vida personal y familiar.

Encuentro que es un libro extraordinario. No deja de sorprenderme. Lo recomiendo absolutamente.

Mi hijo Samuel hace poco me envió una foto con la dedicatoria que escribí en una Biblia que le regalé. Ahí le dije que la Biblia era el mejor libro que podía darle.

¿Cómo puedo adorar a Dios?

He leído algunos libros cuyos autores dicen: «Nunca antes pensé escribir un libro sobre este tema». Tal vez llegue un día a decir lo mismo acerca de la adoración.

El pensamiento que inspira esta publicación es el siguiente:

Si no sabes o no se te ocurre cómo adorar a Dios, te sugiero que pienses en algo que haga que Dios sea admirable para ti.

¿Qué te asombra de Él? ¿Qué te sorprende en su forma de ser o de actuar? Tus respuestas serán los mejores y más genuinos motivos para adorarle.

Ahora, si no encuentras muchos motivos, puede deberse a que no lo has conocido tanto o a que no has tenido tantas experiencias personales con Él (tal vez ninguna, puedas decirme).

Te propongo lo siguiente:

CONOCIMIENTO: Conoce lo que dice la Biblia acerca de Dios. Procura hacer un alto al leer la Biblia, para meditar en qué aprendes de Él (cómo es su carácter, cómo se relaciona con los seres humanos, cuáles son sus principios al actuar, qué sentimientos tiene, cuáles son sus propósitos, etc.).

EMOCIONES: Déjate sorprender por lo que descubres. Sé como los hebreos, quienes en la medida en que iban teniendo experiencias con Dios, le iban llamando con nuevos nombres. Por ejemplo, si vieron que Él sana, entonces lo llamaron El Sanador. Eso puede deslumbrar a cualquiera. Incluso estas emociones las puedes tener al oír lo que Dios hace en la vida de otros, al conocer los testimonios o historias que otros puedan contar.

VOLUNTAD: Cuando tu corazón salte de emoción, libera tu adoración, como un acto de tu voluntad. Si descubriste algo hermoso de Dios, adóralo por su hermosura; si comprendiste que te perdona, adórale por ello. Hazlo en la forma que quieras, de acuerdo a tu personalidad, según tu forma peculiar de ser. ¿Quieres levantar tus manos? Pues hazlo. ¿Quieres componerle una canción o pintar un cuadro? También puede ser. ¿Quieres contarle a otro lo que descubriste? ¿Quiénes meditar en silencio? ¡Atrévete a expresar tu adoración!

Te doy un ejemplo.

Ayer y anteayer, estuve leyendo el libro «Pacificadores», escrito por Ken Sande. Muchas veces tuve que interrumpir mi lectura para ir a contarle a mi esposa lo que iba descubriendo. Sinceramente me emocionaba ver de qué forma la obediencia a los principios divinos puede ser tan genial cuando se trata de resolver conflictos interpersonales.

Una de las conclusiones a la que llegábamos era que cuando uno sigue esos principios actúa en el plano de lo sobrenatural, en el plano de Dios, que va más allá de las limitaciones humanas. Por ejemplo, cuando alguien perdona lo que parece imperdonable, cuando alguien ama a sus enemigos o cuando uno opera con sabiduría para resolver un difícil problema, está ejecutando acciones que glorifican a Dios, está sirviendo a su prójimo (aún a los enemigos) y crece espiritualmente.

De esa manera yo adoraba a Dios: con mis palabras llenas de emoción, contando a otros de las maravillas implícitas al vivir de acuerdo a sus propósitos, y también usando mis palabras para exaltar al Señor en mi oración.

Cuando medito en todo esto, concuerdo con el salmista cuando una y otra vez exclama: «¡No hay otro como tú! ¡Sólo tú eres digno de ser adorado!»

Trotando con mi padre, el Tata Daniel.

Ayer salimos a trotar las tres generaciones. Lo más notable es que se nos sumó el tata Daniel Castro Zuñiga con sus 80 años al hombro!

Ejercitamos en la playa del deporte, en Viña del Mar.

Mi papá siempre fue deportista, así que cuenta con una buena condición física.

La entrenadora fue la nieta Susana, quien desde el año pasado forma parte del Club Atlético O’Higgins, de Valparaíso.

Sabiduría para compartir (video de Gastón Soublette)

Un amigo me compartió este video. Hace pocos minutos lo terminé de ver junto a mi familia. Nos ha motivado a reflexionar.

¿Qué me gusta de sus palabras?

Que no se identifica ni con la derecha ni con la izquierda (en realidad, critica a ambos sectores políticos).

Que describe cuan aberrante es el sistema que impera en nuestra sociedad y que busca una luz de esperanza.

Que analiza la historia universal y encuentra peligros si tomamos malas decisiones (como la Alemania después de la primera guerra mundial).

Que analiza la historia y descubre que así como ocurrió en el imperio romano (que era absolutamente cruel), hoy en día, tambíen los discípulos de Jesús pueden marcar la diferencia… desde abajo.

Pienso que como hijos de Dios tenemos mucho por hacer a fin de que se multipliquen los valores del Reino de Dios. Y creo que no corresponde que nos abandericemos con tal o cual sector político o sistema económico, sino que nos enfoquemos en propagar y demostrar la riqueza del evangelio del Señor, que en el fondo, es lo que la gente necesita y hasta busca, pero dudan que pueda encontrarse la salida en Cristo.

Profesor Bandurria

Reflexiones y vivencias de Santiago Castro Leguizamón.

Crónicas Personales

Reflexiones y vivencias de Santiago Castro Leguizamón.